En muchas ocasiones, el proceso que lleva
la creación de un logotipo es complicado, arduo, constantemente cambiante y
dependiendo del cliente este proceso puede ser fácil o sumamente difícil, en este caso les presentamos uno de estos procesos que comenzó con una
idea totalmente diferente al resultado final, pero para esto, seria bueno meterlos
un poco en contexto.
La primera propuesta que se realizo fue la siguiente (cabe descatar que en esta parte no se tuvo un contacto directo con el cliente).
Una vez entregada la propuesta directamente al cliente, nos dimos cuenta
que la información que se había recibido por parte de la tercera
persona era diferente a lo que se deseaba, así que comenzamos casi
totalmente de cero. Ya con la información correcta de manos de nuestro
cliente se trabajo con la nueva propuesta, no muy diferente a la primera
pero ya con información que el cliente quería destacar visualmente en
la imagen.
Al presentar la segunda propuesta, el cliente quedo conforme con las
tonalidades de los colores, el acomodo y la composición. Llegando a un
acuerdo mutuo, se iniciaron los últimos retoques del logotipo. Sin
embargo, un día después nuestro cliente nos contacta comentando que
tiene una nueva idea para el logotipo que representara a su negocio.
Comenzamos inmediatamente con la modificación del logo, planteando la
nueva idea totalmente diferente.
La nueva idea para el logotipo, era integrar en este la figura de un
recipiente, el cual representaría la forma en que se prepara el
producto, siendo este un postre helado preparado artesanalmente. La
propuesta no convenció del todo, así que se decidió trabajar en otra
propuesta ya con la idea mejor conceptualizada, buscando que el logotipo
pudiese servir como un símbolo, un icono o incluso una divertida
mascota.
Se presento una nueva
propuesta, la idea estaba sobre la mesa y parecía que el logotipo estaba
tomando forma, se buscaba un imagotipo que representara al producto de una forma
divertida y fácil de identificar así que realizamos mas pruebas, entre las mas
significativas podemos ver las siguientes.
Finalmente después de realizar pruebas de color y adaptaciones al
logotipo final, además de incluirle a este un personaje, nuestro
resultado fue un símbolo representativo y único de la elaboración de
este producto, fácil de identificar, lleno de color, simpático, amigable
e incluso el personaje puede convertirse en la mascota oficial de estos
helados.
Tanto nuestro cliente como nosotros, quedamos contentos y sumamente
satisfechos con el resultado final del logotipo. Fue un trabajo
constante y paciente, ya que el resultado fue muy distinto al
planeado en un inicio, pero valió la pena el esfuerzo y dedicación.
Cabe resaltar que el contacto directo con el cliente es muy importante,
pero aún más importante es escucharlo y entender lo que él quiere, desea
y lo que le gustaría mostrar en una imágen a sus consumidores. Si se
cumple con esto último, será buen trabajo en equipo, dándonos al final
excelentes resultado.
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